









La primera vez que ví a Korn en un concierto en vivo, fue desde una camilla de la Cruz Roja.
Marilyn Manson había tocado antes (a manera de telonero) y yo estaba en primera fila, aferrado a la barrera de contención, como buen fan.
Habían unas dosientas mil personas, y yo estaba que me orinaba de la emoción. Como pude llegué hasta enfrente del escenario y grite a pulmón abierto todas las canciones. Ese mosh fue intenso, frenético y salido del mismo infierno... la gente empujaba con fuerza, saltaban, blasfemaban...
Cuando Mr Manson se despidió del público, vi que había en la fosa para periodistas, una púa que Twiggy Ramirez había lanzado momentos antes, pero que no llegó hasta la gente. Como no alcanzaba la bendita púa, me "hice" el enfermo. En un momento llegaron paramedicos y me sacaron cual bulto de la terminal: mi cabeza tocó primero el piso que mis piernas... Vergazo!
Pero no me importó... porque agarré la púa, y me llevaron a tomar Gatorade y a un mejor lugar para descansar un poco.
Después de unos 15 minutos un intenso dolor en los piés me sorprendió. Me dolía el pecho cada vez que respiraba, y mis botas ( a pesar de tener puntera de acero) estaban planas sobre mis deditos. La sangre agregó más dramatismo a mi estado.
Según yo, estaba fingiendo... pero no. Por la adrenalina que me dejó Marilyn Manson, no me dí cuenta que en realidad esta mal, y por eso me ayudaron los paramédicos.
Un buen final para el concierto de mi vida.
