Recientemente asistí a un bikini open colombiano.... y tengo que confesarles que la experiencia me remontó a mi primera vez en una barra show.

Recuerdo que fue un sábado. Yo tenía como 13 años y, como todos los fines de semana, nos juntamos la "palomilla" de patojos de la cuadra para jugar beisbol. Debo aclarar que nuestro juego era improvisado, con un tubo de una silla vieja que hacía de bate, unas pelotas plásticas partidas a la mitad como guantes y unos calcetines viejos rellenos de papel que funcionaban como la pelota autografiada de Babe Ruth. en fin....

A medio partido estabamos cuando apareció el mejor amigo de mi hermano mayor, quien nos invitó a las piscinas del complejo deportivo de Guatel, camino a Amatitlán.

No había que pagar nada, así que Enrique y yo nos apuntamos a la aventura... y sí que fue aventura.

El día transcurrió con normalidad... piscina, churrasco, aguitas (porque en ese entonces no tomabamos cerveza ni alcohol) en fin... una salida normal.

La cosa cambió cuando anocheció... en el grupo de viejos había unos salvadoreños que estaban de visita, y querían conocer "chicas" así que la camionetilla en la que andabamos nos llevó directamente a El Trebol Show.

Aunque nosotros eramos menores de edad, entramos sin ningún problema.

Recuerdo que todo el ambiente era rojo, las mesas, los sillones acolchonados, las luces y hasta el bikini de la chica que bailaba en la pista era rojo.

Esa Chica... como de 160 de estatura, morena clara, pelo negro y largo... y que se estaba desnudando. waw... nunca había visto a una mujer desnuda en mi vida. Fue espectácular!
Hacía cosas con un tubo, que ni me imaginaba que se pudieran hacer... y cómo se movía... su cuerpo tenía un ritmo perfecto para mi.

Toda la sangre se acumuló en una parte de mi cuerpo, mientras la adrenalina se regaba por el resto... sudor, emoción, sorpresa, impresión, y cuantas sensaciones más... ahora sé que eran las hormonas, pero en ese momento yo estaba seguro que era ella, la culpable de las mariposas en mi estomago.

Y si... me enamoré. No sabía como se llamaba, ni su número, ni nada. Solo sabía que estaba enamorado. Y durante los siguientes SEIS meses estuve soñando con ella. Mi primer amor, mi primera obsesiòn y mis primeros sueños húmedos. Mula que es uno.