Estilizados, podorosos y hasta elegantes... así son los cuetes que la gente quema (ahora) en navidad... la pólvora no es lo que era antes...
No voy a negar que están chileras las ¨luces¨ Dragón y Campero, pero extraño la adrenalina que produce encender un mortero ( de esos que parecen dinamita de caricatura)
recuerdo la primera vez que me compre uno. estaba pequeño y en mi cuadra se juntaba una palomilla de patojos (todos vecinos) que cayeron postrados a mis pies cuando les mostre el artefacto explosivo... en cámara lenta, poco a poco fue asomando de entre una bolsa plástica, la mecha, escasa, poderosa. luego la forma cilíndrica de color rojo... y luego los cigarros... un cóctel de adranalina para cualquier niño.
Desconocíamos el poder del cuetón, por lo que decidimos ponerlo a prueba. En nuestra inocente intelegencia, acordamos no desperdiciar la explosión en animales; no, esta vez sería algo más fuerte, algo más novedoso, algo como un block.
Y así fue... nos reunimos en la intersección de las cuadras (el punto más alejado de todo) y ceremonialmente formamos un circulo. Mi lugarteniente colocó el mortero en uno de los agujeros del block, y yo procedí a encenderlo. Automáticamente cuando el cigarro tocó la mecha, todos corrimos despavoridos... y antes de que cualquiera pudiera llegar a los puntos de protección, se escuchó un ¡¡¡PUM!!! y casí instantaneamente, una feroz lluvia de piedritas nos ataco por la espalda, y nos tumbó en el piso...
Aunque nadie lloró, todos estábamos lastimados (especialmente de las piernas) y antes que nos pusieramos de pie nuevamente, ya estaban los vecinos en sus puertas, encabronados, alegando...(aunque no los escuchaba, gracias a un agudo zumbido que me duró como tres horas después de la explosión) ahhh, que tiempos aquellos...
En cambio ahora, cuando llega la medianoche del 24 de diciembre, no sabes si decir feliz navidad, o feliz 4 de julio... que mierda!
